- Dos berenjenas medianas
- Dos cebollas tiernas
- Un puerro
- 200 grs. de proteína de soja (de venta en tiendas
especializadas o dietéticas)
- Salsa de tomate o tomate frito
- Especias al gusto (en esta receta hemos usado
comino molido, mezcla de pimientas, pimentón rojo dulce, romero molido y
tomillo)
- Aceite de oliva, sal y laurel
- Queso tipo mozzarella vegano (Opcional)
Para la
bechamel vegana:
- 400 ml. de leche de soja
- 4 cucharadas de harina de trigo
- Aceite de girasol y margarina
- Sal, pimienta negra y nuez moscada
Preparación:
Pondremos la proteína de soja a remojar en un bol
con el doble de agua que de soja y lo dejaremos unos diez minutos.
Lavamos las berenjenas, retiramos los extremos y las
cortamos por la mitad a lo largo. Las marcamos con la punta del cuchillo en la
parte carnosa y espolvoreamos sal y aceite de oliva. Envolvemos las mitades
individualmente en papel de aluminio y las ponemos al horno caliente durante 45
min. aproximadamente, dándoles la vuelta de vez en cuando. Han de quedar
tiernas y bien asadas. También podemos cocerlas al vapor.
Mientras tanto, colamos la proteína de soja y la
escurrimos bien, apretándola con las manos. Troceamos las cebollas y el
puerro y sofreímos con un buen chorro de aceite de oliva en una sartén a fuego medio bajo, hasta que la cebolla esté casi transparente. Añadimos la proteína de soja y lo
aderezamos con las hierbas y las especias al gusto salpimentando. Salteamos
varios minutos hasta que la soja se integre bien con el resto de ingredientes.
Sacamos una parte de la pulpa de las berenjenas, sin
vaciarlas del todo, y la troceamos añadiéndola al sofrito. Añadimos entonces un
poco de salsa de tomate en cantidad suficiente como para que nos quede un
relleno jugoso pero consistente, y lo dejamos cocer todo unos minutos.
Una vez terminado, rellenamos las mitades de
berenjena y las preparamos en una fuente para horno. Las bañamos con la
bechamel y, opcionalmente, podemos rallar por encima un poco de queso vegano. Las ponemos a gratinar
hasta que estén un poco doradas.
En una cacerola, ponemos un chorro de aceite de
girasol y cuando empieza a calentarse un poco, añadimos dos cucharadas de
margarina vegetal y a continuación la harina, dando unas vueltas, y la dejamos
dorar un poco. Añadimos la leche de soja tibia removiendo
continuamente con las varillas para evitar que se hagan grumos. La llevamos a ebullición a fuego
suave y la dejamos cocer unos minutos, sin dejar de remover. Salpimentamos y
rallamos un poco de nuez moscada justo antes de retirarla del fuego.